A todos en el colegio nos enseñaron a reducir, rehusar y reciclar pero nunca nos dijeron que sería tan importante en el mundo empresarial.
Algo que se ha destacado en el sector empresarial últimamente es cómo pueden deducir los desperdicios que generan para tener un mundo más sostenible.
Lo primero que tenemos que hacer en este caso es hablar de qué es lo que impacta en realidad al medio ambiente y cómo reducirla sí significa un cambio significativo para el planeta que hemos denominado hogar.
La huella de carbono es el impacto que provocan los seres humanos sobre el medio ambiente. Esta se trata de una métrica ambiental que calcula la totalidad de los gases emitidos de efecto invernadero.
Entre ese cálculo se encuentran tanto las personas, como un grupo, como las empresas que usan materia prima para hacer sus productos o servicios.
Las empresas pueden reducir su huella de carbono por medio de actividades como:
- Mejorar su eficiencia energética
- Usando fuentes de energía renovables
- Reduciendo viajes de largas distancia
- Optando por nuevas tecnologías para generar reuniones
- Creando campañas para el uso racional de materia prima
- Sensibilizando a sus empleados
- Optando por estrategias de economía circular.
Con cada una de estas acciones es posible bajar la producción de carbono que generan las empresas y que le pueden otorgar un gran beneficio a la sociedad entera.
Si cada una de las empresas se compromete con alguna de las cosas que enunciamos se puede transformar el futuro de la sociedad que, hasta este momento, parece tener el tiempo contando.
Es importante recordar que cada uno de los recursos que tenemos actualmente y con el que nos desarrollamos como sociedad se encuentran limitados por lo que nos pueda dar la tierra, por lo que debemos cuidarla lo más posible.
Si no generamos un cambio en este momento, puede que en el futuro sea muy tarde y ya no haya vuelta atrás, por lo que reducir nuestro impacto sí es más.