La impresión 3D es un tipo de tecnología que te permite crear un objeto tridimensional a partir de un diseño digital. Por varios siglos hemos usado las impresoras para plasmar imágenes, pero ahora también existen versiones de estas máquinas con las que podemos construir estructuras de cemento, por ejemplo.
Para entender un poco más esta tecnología, mira este video donde entenderás un poco más de en qué consiste la impresión 3D.
Las impresoras 3D funcionan de dos formas. La primera es un sistema de fabricación por adición, que es crear un objeto tridimensional mediante la adición sucesiva de capas de un material específico. Por ejemplo, para imprimir un muñeco se sobreponen capas de cierto polímero en forma de lo que queremos crear.
El segundo sistema es por compactación. Se toma una masa hecha de polvo y se compacta en la forma deseada. El diseño del elemento a imprimir es creado en un computador, y desde allí se le envía a la impresora para que esta lo reproduzca.
Este tipo de impresoras existen desde los años 80, o sea que no es una tecnología nueva. Sin embargo, en estos últimos años se comenzó a tener una mayor distribución y empleo de las impresoras 3D porque se han ido venciendo unas patentes que limitan su uso. Están siendo utilizadas en casi todos los campos, incluyendo el arte, como es el caso de la artista Sophie Khan.
Sin embargo una de las cosas más impresionante es su uso en medicina. Se han fabricado prótesis robóticas de costos mucho más bajos que los modelos tradicionales y se ha trabajado en la creación de tejidos similares a la piel humana, a órganos y a huesos, que permitiría tratar muchas enfermedades o lesiones hasta el momento incurables.
Así mismo, a finales de diciembre del 2014 algunos medios informaron que la Estación Espacial Internacional fabricó una especie de llave inglesa, con planos enviados desde la tierra, gracias a una impresora 3D que fue adaptada a la ingravidez.
Pero aunque hay grandes avances en medicina y resulta genial su uso en proyectos espaciales, incluso hay impresoras 3D que trabajan con comida. ¡Son una fantasía infantil hecha realidad!
Los alcances de las impresoras 3D en la industria, la medicina, e incluso en la vida diaria, son tan grandes que algunos expertos se han atrevido a afirmar que el uso de esta tecnología puede revolucionar la industria y la economía porque puede reducir los costos de mano de obra y afectar las fuentes de trabajo de países dedicados a producir cosas a bajo precio. Por otro lado, también se ha hablado de lo peligroso de esta herramienta, ya que cualquier persona puede fabricar un arma de fuego usando planos que encuentre en internet.
Sin duda, el uso de las impresoras 3D, al igual que cualquier elemento tecnológico, requiere pensar en factores de ética y responsabilidad. Pero esto no implica que las impresoras por sí mismas sean malas. La maldad está en quienes las usan, pero ese es un tema aparte.